miércoles, 26 de agosto de 2009

Perdona si te llamo amor &.1

Habitación añil. Ella. Es difícil. Parece que te falte el suelo bajo los pies. El camino que conocías, las palabras que sabías, los olores y los sabores que hacían que te sintieses protegida... decidir acabar con todo. Sentir que, de no hacerlo, no irás a ninguna parte y te quedarás allí fingiendo vivir. (...)
Enciende el portátil. Abre la carpeta amarilla. Elige un documento al azar.
" Se vio con los ojos de la fantasía mientras conversaba con aquella dulce y hermosísima muchacha sentada a su lado, en una habitación llena de libros, cuadros, gusto e inteligencia, inundada por una luz clara y una atmósfera cálida y brillante..."
Deja de leer. Y de repente se siente esa muchacha. Y ve esa habitación llena de libros. Y observa los cuadros. Y siente esa luz clara que la ilumina y la vuelve hermosa. Y él, ese él, no tiene rasgos de su chico, sino de otro nuevo, aún por imaginar. Alguien capaz de escribir esas palabras que la hacen soñar. Cuán cierto es que necesitamos tener un sueño.

1 comentario:

Débora Sandoval dijo...

Te doy toda la razón Mujer•
T.O.D.O.S. necesitamos de algún sueño, por muy pequeño que parezca, es un sueño, lo alcancemos o no, la satifacción de haberlo intentando o adormecerse en él en algún momento, te hace sentir viva.

zaludoz Mujer.
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